Para acaparar la riqueza y adueñarse del poder
Los avaros de este mundo forman guerras fratricidas,
Engañando a las masas con mil mentiras que parecen
Verdades, que envenenadas con palabras bien urdidas
Son señuelos, adormecen incautos que, sin saber,
Digieren tanta mentira, disfrazada de verdad,
Sembrada en su subconsciente, como los insecticidas
Van matando los insectos, sin saber la gravedad
Del veneno que ingerido que los llevará a perder
La vida en esa aventura bajo el veneno mortal
Que destruye el cuerpo y el alma sin amor ni caridad.
¿Es culpa del engañado que no cuidó de su sal?
El codicioso es avaro; calma el ansia de tener;
Deglute veneno de guerra o sustancias parecidas,
Con las armas va desviando futuro de los que crecen,
Semejante a lo que pasa con los fuertes herbicidas,
Que, matan las malas hierbas, pero en este menester,
Matan las buenas, mostrando su sevicia y su ruindad;
Aman: oro, poder, dinero y otras cosas parecidas
Son custodios de violencia, van sembrando mortandad
Por dondequiera que marchan, manchan el amanecer
Privando a los engendrados del derecho que merecen
Acrecientan la pobreza, nutren la desigualdad
Son genocidas que codician bienes leves perecen