Infinita

Carta abierta de una persona a un gato

Muchas veces pienso que, no concuerdo con la forma de relacionarte con el mundo de quienes sentimos el rechazo por tus garras, esa mirada seria y sin expresión no hace más que provocar distancia entre nosotros, la indiferencia de tu parte evoca la agresividad que siento cada vez que intento acércame, rozar una parte de tu cuerpo y esperar sin resultados una muestra de tu afecto.

Lastimosamente quisiera tener más motivos para criticar, sin embargo siento que una parte de ti también refleja algo que llevo dentro.

Eres selectivo y esquivo cuando quieres, gozas de ese placer de mostrar sinceridad frente a muchas cosas que no te importan, y puedes permitirte ciertos lujos como rechazar todo lo que no te interesa, vives despreocupado de las banalidades y de los mini placeres que te brindan los humanos que no son de tu agrado, sin embargo y más allá de tu repulsión por todo aquello que no es de tu importancia, siento que vives acorde a la manera que admiro.

Tienes la capacidad para lograr lo que deseas y robar la atención de la persona que te importa, cuentas con la capacidad para llegar al corazón de tu humano amado. Puedes saborear las preparaciones especiales que te dan o sentir el cobijo suave y envolvente de unos brazos que te abrigan.

Sabes cómo usar tus atributos y encantos para lograr tus objetivos, sabes realizar los movimientos correctos para conquistar y recibir el cariño que deseas.

Tienes todo lo que causa la felicidad eterna, pero también tienes lo que provoca el rechazo infinito, lo nuestro siempre será esquivo porque no confío en ti y no soy capaz de realizar el sacrificio de entregarme y recibir tu agresiva indiferencia, por eso prefiero ser como tú y no la persona que se entrega a ti, porqué sé que una lucha entre nosotros es posible, dado que te comportas distante y rechazas todo aquello que podría brindarte, incluso aquellas caricias que bien sabes te podrían abrazar el alma y llenar de placer.

Mi molestia incrementa frente a mi propia dualidad, entre hacer lo que fuera necesario por ganar la guerra y disfrutar los placeres de nuestra compañía u obedecer a la frialdad y distancia de aquel ser que anhelo... 

Cualquier similitud con la raza humana es solo una desafortunada coincidencia.