No entendía…
Que nos soy un cuerpo que tiene alma,
sino un Alma aguerrida
en un crisol carnal, enfrentando la vida.
Que no hay un solo “cielo”,
sino muchas dimensiones,
necesarios y mágicos escalones.
Que no hay un “infierno”,
sino un inmenso hogar,
donde examinar nuestro andar.
Que el diablo es quimera,
Invento sofisticado,
que nos animaría al pecado.
Que la muerte no existe,
es una oruga laboriosa
transformándose en mariposa.
Que Dios no planifica nuestras vidas,
sino nosotros, almas con sus libretos,
bebiendo experiencias… alimento de pecho.
Que soy un alma
con potencial de eternidad,
en esta escuela y universidad.
No entendía…
Por fin, la materia
con sus múltiples frecuencias,
telares invisibles, que tejen cuerpos
para ensamblarlos a la carne,
donde lloramos y reímos
con amores de espumas,
buscando lo que perdimos.
Angel Miguel