Duerme dulce el amor, ese que tú me das.
duerme la esperanza, en los rostros de los
niños, que en la noche vagan por la ciudad.
Duerme la luna, cuando hace frío, y también
reposa sobre los besos eternos, de los fieles
enamorados, encendiéndoles hasta la piel.
Duermen mis ansias, en el silencio de la palabra.
en tus pupilas, nace la llama de este gran amor
que día a día creció desde mi corazón.
Nace la rosa, y al despuntar el alba, sigo durmiendo
en tus amores, duerme tu paz, duerme tu calma
mientras, ya he despertado, ilusionada, con la esperanza
apasionada, de que aún yo te seguiré queriendo.