Cómo la amaba con todo el corazón.
Pero una tarde me destrozaste
mi alma porque, yo mismo te ví acompañada y, bien agarradita de
la mano dulcemente, con quién
te acompañaba.
Tomé las cosas con
calma, pero por dentro de mí, cómo
rabiaba.
Miré al cielo y le pedí a Creador
que mantenga calma y, que desde
ese momento que me arranque todo
lo que sentía en mi corazón por ella.
Solo sé que mi Dios se apiado de mí.
Hoy sé ,que tambien le pagaron con la
misma moneda lo que me hizo a mí.
Ahora soyosa y, le digo no llores porque,
el tiempo se encarga de curar las
heridas. Yo estoy sanado
gracias a mi Creador y soy felíz.