Claudiasanz

Alemar

Alejando las piedras me encontró el mar, estrello sus olas con fuerza y amenazo con desnudarme.

 Su mirada era fuerte y sus manos salvajes, podía sentir su caliente aliento aunque su cuerpo estaba frío.

Se apodero de mí como un niño a su juguete, y se seco de tanto amor, convirtiéndose en mariposa para posar de flor en flor.