En mis sueños, aún apareces,
como un eco persistente en mi mente.
Todo terminó, pero sigo esperando,
anhelando tu regreso, como un sol ardiente.
Mis pensamientos te buscan,
como un faro en la oscuridad.
No estoy bien, mi corazón llora,
extrañando tus voces, tu cercanía.
Camino sin rumbo, perdido,
esperando que todo se desvanezca.
Pero tú sigues aquí, en mi alma,
como una melodía que no puedo olvidar.
Quizás algún día, en un rincón del tiempo,
encuentre la paz que tanto anhelo.
Hasta entonces, seguiré esperando,
mientras el viento susurra tu nombre.