María, mi tierna María,
Me da gusto volver a escribirte.
Cuántas cosas pasaron
Desde nuestro último adiós,
En aquella camilla fría.
¿Cómo es todo, \"del otro lado\"?
¿Es bello?
Seguro hay rosas por doquier,
¿Verdad?
Dolor en paz,
Añoro innegable.
¿Eres feliz?
¿Te sientes bien?
Confieso que no puedo olvidar
La tarde en que prometiste,
Que pase lo que pase,
No caminarías a ese túnel de luz.
Qué tormenta me dejaste,
Tú eras mi calma,
Pero te fuiste,
No sé qué hacer.
Algún día volveré a verte,
¿Verdad?
Mira, estoy frente a tu lecho,
Mi bella durmiente.
Si tan solo despertaras,
Sería el regalo perfecto
Para una pobre marioneta de cartón,
Que vive atado a tu recuerdo.
María, por favor,
Escucha mi humilde cariño,
No seas indiferente,
No ignores mi dolor.
No soporto la distancia,
Ni la penumbra que me amarga.
Bella amapola de primavera,
Pensamiento de otoño en olvido,
Amor mío, estoy perdiendo la razón,
La paciencia me mata,
La angustia me aniquila.
Pero al final del día,
Mi dolor se agudiza
En felices sueños,
Siempre bailando el \"vals en silencio\".
María, ¿dónde estás?
Vuelve pronto...\"