Sintiendo la razón del fracaso
en la dudosa luz del ocaso.
Brindando con las primeras estrellas,
únicamente con las más bellas.
Descendiendo por la poesía
de la noche y de la vida.
Navegando a la deriva,
por océanos de alcohol y risa.
Encallando con el sol nuevo
en playas de asfalto y sueño.
Y muriendo cada día
ejecutado por la mano mía.