Oh, horas que se escapan como arena,
minutos que se esfuman sin dejar huella,
¿por qué se fueron sin avisar siquiera?
dejando solo el eco de una queja.
Adiós a los momentos no vividos,
a los sueños guardados en cajones,
a las palabras mudas, los olvidos,
y a todas las perdidas ocasiones.
Que este adiós sea un grito, una advertencia,
para quien aún conserva su presente,
que viva cada instante con vehemencia,
antes que el tiempo, implacable, lo ausente.
En la acelerada carrera de la vida, muchas veces desearíamos días de 48 horas por sentir que el tiempo no nos alcanza para las multitareas por cumplir . Puede ser que nos sobrecarguemos de responsabilidades o que perdamos tiempo valioso en las distracciones diarias y entonces no valen los \" Si lo hubiera hecho ayer, si hubiera terminado mi libro, si hubiera visitado a mi madre antes de su partida, su hubiera sacado tiempo para ejercitarme, si hubiera frenado dos segundos antes del accidente, si lo hubiera pensado antes de actuar\". Estas expresiones se dicen desde la culpa.
Pero ese tiempo verbal es el pluscuamperfecto del subjuntivo que se usa en las oraciones condicionales irreales o imposibles.
Les dejo un cuento corto en el comentario de autor.