Hernán Mejía Silva

PARA PODER GRITAR

Debo esperar,

por un momento,

por un respiro,

para poder gritar.

 

Es el vicio contento,

de algo perdido,

tal vez se trate de mí,

el yo, que olvidé como nombrar.

 

De una nada salí,

contemplando el mar,

desde mi nostalgia,

estando tan lejos.

 

Océano delator de mis reflejos,

hundido en su arrogancia,

me llama y me llama tan alto,

que ensordezco en mi silencio.


Quietos el estuario, 

con sus sueños y embelesos,

me hunde en sus deseos,

anhelos de paz…

 

Debo despertar,

por un instante,

por un suspiro,

para poder gritar.