Mujer de provincia, forjada como un rejunte de capitanes, el calibre y forma de tu voz hace nacer valiente a un cobarde, de tus manos heridas por la agricultura migraron lanzas y flechas, tu perfume emana una pólvora natural, eres valiente mujer de provincia, y la bandera agonizando flamea por tu nombre.
Tu ramo de cantuta convertido en arma, tus alfileres su hicieron armas punzo cortantes. En tu alma se cruzaron los 14 incas muertos recordándote su legado sagrado, el inti era defendido por ti. Las tierras en señal de guerra dejaron tubérculos más pesados.
El Machu Picchu sostiene al cielo que este a su vez sostiene al universo, mujer de provincia tus hijos heredaron tu fuerza para crear esta ciudadela, mujer de provincia de tu fuerza nació el Machu Picchu. Mujer de provincia tu fuerza sostiene el peso del universo.
Tu lágrima fue la última gota que floreció del cielo, que finiquito el diluvio e inundó la tierra. La quena imitaba con dolor tu voz, la red de caminos fueron tus venas, inteligencia para cruzar cultura española, nunca fue símbolo de una derrota. El imperio está en tus ojos, su actitud es amurallada y angulada. ¡En gratitud la madre tierra embelleció la gastronomía! Pero en realidad fueron tus manos, ¡Oh mujer de provincia! ¡fueron esas mismas manos que sostuvieron el universo entero!