Amor.
Eres la certeza de que nada falta,
Platón creyó tocar su sombra,
y Nietzsche, con su risotada, le desnudó.
No es más que la eterna promesa
que nace en la piel y en el alma se anida
Porque amar es pretender la eternidad,
en la carne que se consume,
como : “ cuando tus ojos buscan los míos ”
Entre las venas de nuestro ser se enciende,
dopamina que engaña los sentidos,
el cuerpo le recibe y se entrega en fornicación febril.
Nos hace creer que elegimos en la tormenta,
cuando somos esclavos de pulsos invisibles.
Ciegos ante la verdad más desgarradora,
el amor es la química que nos dicta.
Shakespeare hizo del amor una tragedia,
una flor que siempre muere al florecer,
en las manos de aquellos que la buscan.
Dante le transformó en una senda celeste,
Pero ¿ es el amor un final feliz ?
La literatura juega con las almas,
el amor da fuerza, pero a veces cede su voluntad,
suavizando el dolor de una despedida inevitable.
La mente busca en él su refugio,
como Freud buscó explicaciones sin consuelo,
como Jung nos prometió redención estoica,
¿ Será el amor una llave al corazón ?
Amar es liberar la energía de lo divino,
es someterse y morir un poco.
Sometidos por su fuerza magnética,
pretendemos ser libres al amar,
pero en el fondo sabemos que nos ata.
Nos ata con sus hilos invisibles,
nos retuerce bajo su dulce coacción.
Cada abrazo es poder y acatamiento,
cada fragmento de nuestras almas se completa.
Un suspiro enredado en la piel, encadenando el deseo,
detrás de cada caricia, hay celos furtivos
un laberinto de posesión de miedo a la pérdida.
El amor nace en las ruinas de la razón,
y se retuerce en la oscuridad del alma.
Es desventura, es anarquía disfrazada de ternura,
porque la pasión devora lo que toca.
Y cuando el fuego apaga su brillo,
nos deja con los restos de su furia.
¿ Cada sonrisa guarda una desilusión oculta ?
¿ Cada caricia un adiós inminente ?
El amor es lo que nos llena y nos vacía,
una promesa de eternidad
que únicamente se cumple en el fin.
xElthan.