Emilio Barrios

Mi caballito de cartón

Mi caballito de cartón cabalga sin descanso, sin cansancio. Sobre su lomo voy montado yo.

 

Mi caballito de cartón ya no posee sentimientos, pues las ha perdido por el camino. Él está lleno de dolor.

 

Mi caballito de cartón no mira a su alrededor, porque ya no quiere ver trotando a su lado la desilusión.

 

Mi caballito de cartón tiene sus ojos tristes y las heridas siempre sangrando en su interior.

 

Mi caballito de cartón muchas veces quisiera dejar de cabalgar, pero no se da por vencido; no quiere que le alcance de nuevo la decepción.

 

Mi caballito de cartón va navegando en el tiempo sin importarle el reloj, y acariciando su cabello voy montándolo yo.

 

Mi caballito de cartón: su dueño ya no lo quiso, ya no le importó; un día se escapó; prefiere el silencio y la soledad como amiga; cansado de la humillación, galopa con fuerzas sin rumbo ni dirección.

 

Mi caballito de cartón: su boca la tiene seca por estar sediento de cariño, de amor; el corazón la tiene hecho trizas, porque un día se le abandonó.

 

Mi caballito de cartón recorre la carretera de su destino sin tener en cuenta el paisaje que tiene en frente y sobre él voy montado yo.