DIFERENTES MUNDOS
Desde el principio era obvio.
El hecho de ser diferentes no es malo,
pero somos como la noche y el día.
A veces, somos como estaciones:
tú el invierno, yo el verano.
Aunque podamos llegar a primavera,
la alergia no te deja,
y en otoño, a mí todo me aqueja.
El yin y el yang es un hecho.
Yo disfruto el silencio y la soledad,
tú, la fiesta y la algarabía.
Anhelo estar contigo,
pero siempre parece difícil.
Mi mente me engaña, me hace creer
que disfrutas mi compañía,
mas no es así.
No está bien forzarte a un verano
cuando no quiero esforzarme por un invierno.
Así es como el tragalibros y la fiestera
no deben estar juntos.
Desde el principio, fue solo un capricho.
Tú, tan Escorpio,
yo… jaja, también irónico, ¿no?
Pero así es esto,
somos distintos,
y no hay caminos que nos unan.