Jorge Izquierdo

¡MÚSICA MAESTRO!

¡MÚSICA MAESTRO!

 

Te estoy escuchando cantar 

y me encanta que lo hagas.

¡Qué bonito suena el alma

cuando cantas de verdad!

Veo que apuntas maneras

y sé lo que estás sintiendo

por eso si me permites

te voy a contar un secreto

que descubrí hace tiempo:

Muchos buscan entonar

afinando la garganta 

cual si fuera solamente

instrumento musical.

Desconocen que la voz

es sólo un adverbio de viento

y el verbo que marca la acción

se reparte por el cuerpo.

 

Cada parte un sentimiento:

La delicada ternura

y el amor más descarnado

laten en el corazón.

El desengaño y la traición

se hacen eco en el estómago,

resuenan con fuerza en el hueco

del vacío que provocan.

Y la rabia contenida

un poquito más abajo,

Genital enardecido

dando furor al enfado 

Allí donde nace la vida

se gesta también el delirio. 

Cuando cantas, ya lo sabes,

es como entrar en un trance

el lenguaje de las musas

habla a través de tu sangre.

Haz que la música fluya

y no permitas que nadie

te corrija cuando cantes,

¡Qué sabrán esos idiotas!

que no albergan más que ruido,

su esencia no les permite

entender lo que te digo. 

Si lo pide tu sentido,

canta siempre amiga mía

canta, tú.

                   ¡Cántate!

Enloquece mis oídos

con el fondo de tu ser…

                 J.I.T.  (10-5-23)

 

📷   Tito Stigmato