EL CORREDOR DE MEDUSAS
Yo tenía un perro, una perra,
y salíamos a correr por la playa
en pleno invierno,
y recuerdo que dominaba
el color blanco de las medusas
de aspecto gelatinoso,
muertas seguramente y que la marea
había esparcido sobre la arena,
y no lucía ni mucho menos
un vigoroso sol de verano,
sino uno más impreciso.
La perra olfateaba uno de aquellos cuerpos
durante algunos segundos
y, enseguida, seguía atolondrada la carrera.
Gaspar Jover Polo