Cuanto más grande sea el sacrificio, más grande te vas a sentir. Sigue adelante, me dije, la necesidad nace de una carencia y tienes montañas de ellas. ¡Qué puro el aire en la cima!, supongo.
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Hay cosas que no puedo hacer, ¡pero lo deseo tanto!, una por una hasta quedar exhausto
lavarte el pelo
peinarte de nuevo
beber en tus labios hasta quedar muerto
sacar a la superficie tus sueños secretos
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Encerrarme en tu cuarto y tirar la llave al profundo abismo donde no existen los recuerdos
desvestirte de nuevo
anegar tus espaldas
saciarme en ti lo justo para seguir sediento
para luego, en tus labios, empezar de nuevo
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Dormir despierto y despertar en sueños abrazadores sin llegar a consumirme en tu fuego
pasearte en mis brazos
mecerte en mi pecho
avivar las llamas, si te quedas sin resuello,
con las ascuas candentes de mis deseos
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Y si acaso te apetece, para sentirte renovada, te prepararé la bañera con el agua en su punto
enjabonarte el cuello
los hombros, las caderas
luego de frotarte la espalda hasta abajo
y echar raíces donde nacen las metáforas
~/~
Una alegoría convertida en cascada de deseos, todos bajando por las montañas de tu cuerpo
Y ahí me tendrás, en tus faldas
como flor de todos los tiempos
enraizado en tus miembros
bebiendo lo dulce de tus secretos
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Mirarme en el espejo de tus ojos. Ponerte los zapatos, alisarte los cabellos. Preparar el desayuno
y mientras bebemos el café recién hecho
contemplarte pensando un mundo nuevo
uno compuesto con las cosas que deseo
que no serán otras que todas las tuyas.
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Hay tantos mares que quiero navegar, ¡lo deseo tanto!, que llegar a sus orillas, será parar el tiempo.