Las setas brotan
en solo una noche
desde la plenitud del ayer
así cambian nuestras emociones,
porque sin la fe necesaria
nunca sabrás más de lo que crees,
el conocido rictus de la indiferencia
se vuelve contra sí mismo
si le devuelves su propia extrañeza,
ruiseñor roto
manantial estrangulado
olas arpía,
aprendiz de una boca
que me habita,
es el efecto de la música púrpura
díscola amargura
que vienes a hacer pie
en el bostezo,
en un desván infantil
con las manos esposadas a una mosca
ciaboga la luz del poeta
entre galeotes ciegos en alta mar,
imagíname envejeciendo
cojo de locura y sin ella,
pocas arrugas
y ese algo
en la mirada de los beodos,
la vacuidad elegida
está por escribirse
en el círculo vicioso
del fuego,
no lo descartes
puede ser que alguien ilusorio
esté interesado en tu cansancio.
11 octubre 2024
Samuel Izquierdo Martín