edgardo vilches

MENDIGO DE LA MADRUGADA

en la oscuridad de la madrugada

cuando el nuevo día busca el amanecer

ciertos seres duermen

bajo los pórticos de las iglesias.

 

el viento resquebraja las distancias

entre unos árboles florecidos

y las desvencijadas puertas

de la catedral

 

bajo los cartones

duerme un ser nacido

igual que todos los seres de la tierra

 

se filtra un viento

que le hiere la piel

y sobre el pavimento

una cadena de ruidosos motores

le despiertan

 

son semáforos ruidosos

pasos de peatones madrugadores

ruido de ciudad que amanece

mientras el sueño

de quien duerme

bajo los cartones

discierne sobre el final de la noche

 

la claridad anuncia día

anuncia hambre

anuncia incertidumbre

 

con un papeleo a cuesta

cartones rotos

y una silueta zarrapastrosa

la ciudad anestesia

las retinas de los empleados

que pasan sin mirar

o miran sin ver

a quien un día

fue niño, adolescente

esposo, trabajador