Dime una palabra,
que no diga nada,
que salte la cuerda,
que parezca alada…
Dime una palabra,
que me ponga triste,
sino te consiento,
como me pediste...
Dime una palabra,
con vivos colores,
que tenga la gracia
de los girasoles…
Dime una palabra,
silenciosa y muda,
como el viento leve,
cuando nos saluda…
Dime en tono suave,
sin decirme nada,
del beso que muerde,
tu boca callada…
Quedamente dime,
sin que digas nada,
-¿por qué cuándo gimes,
lo siente mi almohada?-
Nómbrame en tus ojos,
sin una tristeza,
nómbrame en tus manos,
sobre mi cabeza…
dime una palabra
como abracadabra,
que me deje ciego,
que crispe mi calma,
que ya sin sosiego
torne a ver tus ojos
con la luz de mi alma…