Tú dices que no me quieres,
por mi rara vestimenta,
y por todos mis teneres,
que para ti son afrenta.
No me mires con desprecio,
por mis verdes pantalones,
que más vale un corazón,
que mil ricos cinturones.
El amor no está en la ropa,
ni en el brillo de un anillo,
se siente en cada suspiro,
como el viento en el pasillo.
No me juzgues por mi traje,
ni por mis coloridos zapatos,
que el amor no es un negocio,
ni se compra con contratos.
Más vale un beso sincero,
que una bolsa de dinero,
aunque mi ropa sea extraña,
mi amor es verdadero.
Oye, déjate de cuentos,
y olvida esos sermones,
que mi cariño no se mide,
por el costo de calzones!
Como veo que no me quieres,
ya no me amilano por eso,
pues me sobran los amores,
como las flores al cerezo!
A pesar de mi rareza,
yo tambien tengo mis dones,
puedo llamarme con certeza,
un hombre de pantalones!
EmilioDr.
10/10/2024©℗
Le ha ocurrido que le hayan rechazado por su manera de vestir? Es un asunto que enriquece la la industria de la moda y que entre la juventud se ha vuelto una pesadilla para los padre por las exigencias de los hijos por moda cara y marcas selectas para el vestir diario. Parejas no han avanzado en sus vidas en conjunto por el asunto del vestir ya sea por ser pobre o inusual. En este poema un hombre de pantalones es una persona segura y con poder de decidir sobre su vida, contado con un poco de humor y soltura en la rima y parodeando algunas coplas.