Si no te hubiera conocido,
si no existieras, mi vida sería más pobre;
a veces el destino es endeble,
mi angustia y desesperación cada día es más grande,
me acorrala la melancolía como si un enorme
bloque de granito cayera sobre mí.
He llegado a una zona peligrosa donde me rodea
el suicidio como algo innatural,
como el dormir sin soñar contigo.
Sé que dios no existe, no es un problema para mí,
no significa nada, pero lo que sí creo es en ese punto
definitivo donde se pierde la vida,
como en una novela o una poesía,
queda algo,
tal vez la Supraconciencia que nos devolverá a otra vida
en la que seguro nos volveremos a encontrar
y tal vez nos unamos para siempre.