Mi habitación es el tiempo mudable.
En ella se juntan como Santa cena:
Bécquer, Dulce Maria Loynaz,Toro Sentado
Y los pantalones con parches
de sudar la vida.
Los bolígrafos en su receptáculo de cerámica
siempre dispuestos por si en nombre
de mi nube las palabras se juntan desordenadas:
Estas últimas casi siempre abandonan
la borrachera de Amarguiña.
Siempre al alba se queda la mirada fija
de un retrato, estirpe del corazón
que al corazón vuelve y siempre será así.
En mi habitación se guarda el tiempo
por más que pinte las paredes, por más
que algún pelo blanco asome entre la noche.
Me gusta que ella parezca
un diccionario desordenado
al libre albedrío de la grasa de mis manos.
No hay fin que pueda pasar si no
se quiere firma: ya está San Juan De La Cruz
Para recordar nacimiento.
En mi habitación el tiempo es mudable,
aún más si las nubes dejan vida...
todo Sonríe a un poema,
pero no todo sabe llorar,
la lágrima no se regala
en la ventana ni pide serón
para guardar motivo.
Mi habitación es el yo
de las intimidades
que las ganas descalzan.