Eros Corzo Camacho

Poema 19 Tributo a la gastronomía peruana

El olor sagrado de la tarde pintan las calles, se desenvuelven y se pierden en el cielo, ¡de esto no se escapa nadie! Ya sea del mar o del campo, de una caña de pescar o de un machete, la naturaleza fue conducida a la boca.

 

Sobrevivamos este día con bocanadas, la receta fue un poema que escribió la naturaleza, y tus manos el estímulo de tradición, heredada por la talentosa geografía.

 

Ya sea por el fuego se apretó el gatillo de la mordedura y la lengua disparo, se perdía el juicio, se perdía la razón en cada mordida, ¡y hasta la vida misma! La lengua se enrolla y la mente arrolla problemas pasajeros.

 

Este era un líquido extraño, las lágrimas de las uvas cargadas de milenios lloraban al ser golpeadas, se destiló dolor natural liberados por artesanos que calma la sed. Ahora, estos elementos estaban desordenados, todo estaba en partes, ¡Y lejano! Las tres regiones divididas; Pero ahora es cuando se fusionan en uno, todo es Dios y se vuelve uno, adquiere este una nacionalidad... para luego ser expresadas a la mesa.