Esta vida es un salón, donde sentada te vi,
mis pasos inciertos me llevaron hacia ti,
y aunque a veces tropiezo, y no sé qué hacer,
solo sé que sujeta a mis brazos te quiero tener.
Quiero bailar contigo, sin miedo al compás,
que el tiempo nos marque, pero nunca el final,
acércate, amor, no te alejes jamás,
porque sin ti, este ritmo es fatal.
¿Qué gracia tendría bailar sin tu paso,
si el mundo se mueve y tú eres mi lazo?
Con ironía, el destino nos quiso juntar,
Y lo cierto es que, sin ti, no sabría girar.
Bailemos, te ruego, que el mundo se quiebre,
que el cielo se apague, que el sol ya no alumbre,
pero en este abrazo, con arritmia y suspiro,
hagamos de esta vida el baile infinito.
No te separes, amor, que me pierdo sin ti,
si no estás en mi giro, ¿para qué seguir?
La vida es un baile, y si lo hemos de hacer,
que sea entre risas, entre llanto, y en nuestro querer.