Hoy fue mi piel quien te hablo,
así sin palabras desde el fuego,
tambien así tu piel me contestó
y se enrredaron nuestros cuerpos.
Se enrredaron nuestros besos
y nos bañamos en miel,
abrazandonos rápido y lento,
entre el alma y la piel.
Abrazandonos entre los labios
y Entre las llema de los dedos
como si fueramos astros
sobre el mar desde el cielo.
Bajo una lluvia de abrazos,
bajo una lluvia de besos,
bajo el silencio de amárnos
entre el alma y el cuerpo.