RELOJ DE ARENA
Enigmático instrumento
me abstrae tu poder hipnótico
y observo con desespero
el devenir de mi existencia.
En cada grano de arena
veo fluir los momentos,
casi líquidos,
por el hueco del olvido.
En tí se presenta el tiempo
que ya no se muestra etéreo,
y con su paso más férreo
va empujando desde arriba.
Lentamente, todo se precipita
y se forma al fondo un poso
de vivencias y recuerdos.
Se va desgranando el futuro
y el pasado se anticipa.
Cuando el tiempo se marchita
reverdece la memoria.
De manera inexorable
veo acercarse el final,
veo el último suspiro
en una brizna de sal.
En la copa de la vida
sólo queda ya el vacío.
Entretanto en la otra parte,
-cono abierto de cristal,
concavidad invertida-
sedimenta lo vivido…
Incógnita transparente,
confluencia de energías,
receptáculo de vida
y muerte,
en tí se encierra el misterio
del mismísimo universo.
Hasta hoy
te miraba de soslayo,
no apreciaba tu sentido.
Olvidado en un rincón,
siempre ausente, siempre estático;
quizás esperando tu dios
que te dé vida de nuevo.
En esta elucubración
acabo por concluir
que ese dios puedo ser yo,
darle la vuelta al reloj,
volver a empezar desde cero.
Reiniciar el infinito.
Quizá sea ese el secreto
del mismísimo universo.
LUJITAR (18-1-24)