No me quise dar cuenta
que las flores lo decían
y las aves en los cielos
en lo alto, lo sabían
no permitía entenderlo.
Me hice el ciego para ver
lo que tanto repetían,
y la noche me insistía
pero no quise creer,
y me creí la mentira.
Y por pensar que mentira
me hice el sordo otra vez,
y las nubes escribían
en el lienzo de los cielos
lo que no quise entender.
No me quise dar cuenta
de que todos me avisaban
que por mucho que negué,
solo yo me equivocaba
porque no lo quise ver.
El amor hizo de mi
que mis ojos no lo vieran,
que la verdad se escondiera
disfrazada en un mentir
los demás, se dieron cuenta.
Que por mucho que insistían
mis oídos lo negaban
que por ti, lo que sentía
tú por mi no lo aceptabas,
y preferías mentir.
Me avisaron tantas veces
los que tanto lo sabían
que por ciego y sordo puede,
que el amor me confundía
y negué, así creerles.
Porque las flores y el cielo
lo que es cierto nunca mienten,
porque las aves supieron
y las nubes lo escribieron,
que tú por mi, no lo sientes.