Veré si soy yo,
o eres tú
ojos vendados
del malestar,
malogrados de la juventud.
Veré qué más puedo
decir, porque no tengo
más palabras
en este pantalón
descosido de ayer y hoy.
Veré si la lluvia
calla las penas
y si motiva la esencia
de este riel audaz.
Veré; a veces veré
y otras veces soñaré.
Pero no dejaré que limen,
sin piedad, el buscar
de mi propio yo.
Veré; a veces veré
y otras veces soñaré.
Pero no dejaré que desgastes,
sin razón, el hallar
de cómo sentirme mejor.
Veré y veré,
soñaré;
no quieras que termine,
por favor.