Te ví naciendo en el vino
que escanciabame en los ojos
un futuro del color de tus últimas palabras.
La noche olía a catástrofe.
De las yemas de mis dedos nacía Afrodita…
pero en la copa no había espuma.
Iris inspirabame el presagio;
Eros dominó las nubes.
Durante trece meses no hubo sol.
Hubo luna.
“Júpiter la vió llorar a las puertas del oráculo…”
La noche olía a catástrofe.
Siempre creí entender el lenguaje del cielo.
En mi última conquista ví arte, en gélido fuego.
Gélidas llamas y te dibujé en el humo…
Una lágrima tuya inundó mi mano.
La canción de los aceros,
me recordó tus pies
descalzos,
el mar y mi sueño…
“Júpiter la vió llorar a las puertas del oráculo…”
Palabras de Iris,
cuando soñé que era Nerón.
Solo bastó que el cetro cayese,
para no verte nunca más.
Oh, Popea!