Si estás en el centro y retienen tu aliento
con mis propias uñas haré una cesárea a la misma Tierra.
En cada sombra y sonido buscaré tu sonrisa.
Mis propios lamentos resonaran en el viento,
no habrá oído que mis halles no puedan sentir,
mi corazón quebrado te llevara eternamente
en espera profunda de saberte vivo.
He de encontrarte para vivir contigo
o morir a la desdicha de haberte perdido,
hallaré verdades que no quisieron decirme,
he de encontrarte, lo prometo ¡mijito querido!
porque, aunque en mis rezos oigan mis silencios,
por la voz perdida, en cada paso me hallaras gritando,
reclamando tu vida, buscando y buscando
y he de encontrarte porque ya me sientes en la fina brisa
mi alma te llama ¡Ven aquí vida mía!
en cada rincón de este vasto mundo
y en todos los pliegues del tiempo torcido
no he rendirme, escrutaré sobre huellas,
aunque solo estrellas el amor que siento iluminen tibias
seguiré buscándote porque somos muchas
las que como yo penamos, y unimos las fuerzas,
los llantos, los rezos y sobre los llanos encajamos garras
hasta que la misma tierra por imploraciones
te arroje a los brazos de mi desesperanza y que no desiste
aunque el tiempo tirano me vaya menguando.