Eloy sin porvenir

El coño de Loreto

Del coño de Loreto estoy poseso:

diabólico artilugio celestial

con el que desarbola al animal

que bajo mi decencia vive preso.

 

Como el ratón babea por el queso,

a todas horas pienso en su panal

de miel, y un clítoris descomunal

que me domina noche y día el seso.

 

Se encauza entre sus labios prominentes

un río originado en la meseta

de Venus, absorviendo los afluentes

 

de mis deseos, próximos a meta,

y temo que a mi ardor le falten dientes

para acoplarse con tamaña seta.