El ENCUENTRO
Érase una vez…
Y fue tanto aquella vez
que ya no hizo falta más tiempo
para lograrse entender.
Se desnudaron los cuerpos,
se confirmó la ternura,
las caricias y los besos
avivaron el deseo;
la razón de su locura
acabó por encenderlos;
se hizo hueco la pasión
y colmaron el encuentro
con un inmenso placer:
el placer de conocerse
uno a uno sus secretos,
el placer de descubrirse
el asombro del amor.
Sus almas se estremecieron,
y terminaron fundiendo
en un único ser nuevo,
en un estar siempre atentos,
en conjugarse las letras
de los verbos del querer,
en un si quiero, sí puedo,
en no dejarse vencer
por fuertes que fueran los vientos.
La vida les puso sus trampas
y todas las sortearon
sin escatimar en esfuerzos.
Si uno de los dos caía
lo alzaba su complemento
y otra vez juntos arriba
los problemas se veían
mucho, mucho más pequeños.
Despejaron con destreza,
la incógnita que se oculta
en todos los sentimientos;
en los malos y en los buenos,
mano a mano,
cara a cara resolviendo,
pues nada ni nadie en el mundo
podría ya separar
aquello que un tal “Cupido”,
en un flechazo certero,
decidió por siempre unido…
LUJITAR (4-8-23)
📷 Paspati Karandika