Vaporosa nube descendente hambrienta de colinas,
Envidiosa del rocío y su fragancia,
Muéstrame, otra vez, el hollín del horizonte,
La traición de la balada y la sirena
En este luto de floreciente agua sucia.
Ya no brinda por tí el café de la mañana,
Ni tienes papel en la tragicomedia de las rosas,
Simplemente eres un tren que pasa,
A la misma hora,
A la misma hora.