Eres, amada, un fuego que no cesa,
el horno que en su llama da calor,
tus manos, como el vino, en su sabor
dejan en mí dulzura y fortaleza.
Tus ojos son dos brasas que me besan,
y en tu mirada hierve el puro amor;
eres la sal que da sabor mayor
y el dulce que mis labios siempre aprecian.
Tu risa es como un pan recién horneado,
fragancia que despierta la mañana,
y el mundo se derrite a tu cuidado.
Amarte es como el arte en la ventana,
que en cada plato nace renovado,
un festín que mi alma siempre gana.
Comparar a la musa con la comida, con lo dulce, con lo caliente crea imágenes apetitosas. Los Domingos los dedico a los familiares y amigos que se gozan en visitarnos y para variar, comeremos unas ricas hamburguesas y para ser justo con el poema, hornearemos el pan casero y tendremos hamburguesas vegetarianas para los que respetan las carnes rojas, las lechugas, tomates , cebollas y chiles son de nuestro huerto que quedará como si una vaca le hubiera atacado.Tendremos ensaladas de pasta y de quinoa . Los postres? Frutas frescas, aguas de fresa, pastel y helados para refrescarnos de la presencia de la musa de fuego, principal invitada.