Corrígeme si acaso mezclo
tu intimidad en mi corazón.
y emplazo tu alma.
Corrígeme si ves un nuevo intento
de invadirte.
En nuestro hogar repican fuerte las cenizas.
Quiero mi casa llena de chiquillos,
la quiero en su poesía más antigua.
¿Crees que estoy alienado?
¿ Que tanta oscuridad me nace
haciendo pesada mi cruz?
pero aún distante
te disfruto como deseo
en medio de silencios
para escribir acercándome.
¿Orientas que no me compadezca
o que trate al que me lee con amor cuando realizo esta tarea?
Son pensamientos que destierra el alma de aquí para allá en saeta,
Pero no es mérito mío ya pensar ahora.
Todas las cosas del mundo son progresivas,
solo el hombre es regresivo.
Más indiferente, más bohemio, más nómada en el amor.
Yo me forjé antes,
porque despierto está mi corazón,
aun así, soy materia incompleta
y de gracia me advierto reservado.
Lo abstracto no parece regalado a todos
y aunque no hago alarde de mis letras
trato asuntos cuya expresión me basta
con cariño
y quiero irme con este lenguaje insuficiente,
robarle sensatez a la vida.
Convertir en hábitos mi prudencia,
a veces me duermo profundo
y despierto enfrentado
a las feroces voces del orbe
viendo desmoronarse el mundo
Dime: ¿Cómo evito desgarrar el alma
por la falta de ti en ella?
¿Por qué siento ahogarme
casi disfrutando la angustia
y el alma acostumbrándose a los barrotes
que con desvelos, casi no me hace soñar?
Solo recuerdan tristezas
estas composiciones,
como lanzas
que hacen olvidar penas
y disfrutar los poemas.
Justo Aldú
Panameño
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