Cuando todo calle en el silencio
cuando tú ya no estés más conmigo,
cuando el tiempo de mi vida pueda llevarte
y yo pretenda dejarte en el olvido.
Ahí pretenderé ocultar mis lágrimas
que no caigan conmigo en el abismo,
que me domine a voluntad la soledad
y se me paralizen los cinco sentidos.
Cuando la tristeza gire a mi alrededor
y que permanezca solo adentro mío,
que en el dolor mismo pueda amarte
para atenuar el saber que te he perdido.
Cuando todo en mí sea un gran duelo
cuando mi sueño se quede ya dormido,
en un presente de dolor y de congoja
¡Descubriré cuanto, cuánto te he querido!