Carlos Eduardo

T U

Veritatem, vitam, rem amas.

Nihil ab oculis meis celetur, nec auribus silentium.

Cutem suam in manibus meis sentire volo, ut lutum sicut caecum fingat

 

Cuando se es viejo como yo,

aún queda algo de la inocencia de los niños,

chochería;

 

por todo, ignorancia, buenas intenciones;

 

lejos, solo, examinándose moralmente,

nada se puede borrar ni suprimir ni corregir de la vida hecha,

es lo que somos, lo hemos creado y construido en el tiempo,

con las herramientas, talentos, circunstancias, medios, instintos, intuiciones,...

 

no hay regreso,

presente con limitaciones por los años,

físicas, mentales, orgánicas,...

 

no se puede saltar, correr a gran velocidad,

trotar largas distancias,

se cae, se rompe, se lesiona,

nadie lo socorre;

 

pensar, pensar, pensar;

 

cómo destapar al hombre corrupto,

desarmar al de fines turbios,

a canallas,

a la humanidad entera;

 

intentando mejorar un poquito

a este individuo desalmado

que sientes como semejante;

pero, que no lo es en absoluto;

 

degenerado,

en guerras, violaciones, crimenes horrendos,

 

cínico y mentiroso hasta la raíz

o médula

o como quiera llamársele

 

 sin futuro