En su vorágine, el viento,
pretende arrastrar mi pluma,
cómo si esta fuera espuma,
borrando mi pensamiento.
*
Le pondré vela y timón,
a éste mi tan frágil lápiz,
para convertirlo en cádiz,
que no se salga del guion.
*
Yo, ordeno mi pensamiento,
mi lápiz, va donde quiero,
a mi, no me arrastra el viento.
*
Con el ancla, yo me adhiero,
para escribir lo que siento,
¡por qué soy marinero!
Dr. Salvador Santoyo Sánchez.
13/10/2024.