Aún te recuerdo
simplemente tímida
extraordinariamente frágil
temerosa
llena de dudas por mi amor
y así te amo
te contemplo a lo lejos
escucho tu voz a la distancia
pienso que me amas todavía
creo que sí
que me recuerdas constantemente
como a una maldición
a un presagio
a un amanecer cuajado de relámpagos
creo que estás ahí
al alcance de mis manos
de mis gritos que te claman
en las comas de un poema
en el timbre de una voz
creo que me recuerdas
muda
distante
extenuada
siento que estas aquí
igual que el aroma en las hojas de un naranjo
o el canto de una campana
repicando tímida
distante
y lejana
creo que estás ahí
como ese faro en la oscuridad
que guiará mis pasos
a tus ojos y tu boca
a tu alma como mar
aún te recuerdo leyendo a Neruda
ojeando algún libro sin querer hablar
recuerdo también tu cascada de excusas
tus gritos y nervios
la defensa de tu libertad
aún te recuerdo solitaria y distante
y en la profundidad de la noche
sé que un día volverás.
© Armando Cano