Mantiene despierta
y divertida,
fascinada,
y parece que vale la pena.
Te hace impulsiva
y delirante
y te hace amar cualquier instante.
Mas cuando todo se apaga,
cuando el mundo se apaga;
él se apaga
tú te apagas;
te arrepientes...
de haber disfrutado,
de haber pensado,
e imaginado,
sabiendo que este ciclo
nunca estará cerrado,
y a volverse a repetir
está destinado.