TEMPESTAD EN EL CORAZÓN
En la penumbra susurra el viento,
mi pluma tiembla al trazar tu nombre,
repaso las memorias que el tiempo
dibujó en un papel que hoy se asombre.
Te entregué mis secretos y temores,
como un niño al que le roban sueños,
y ahora mi corazón entre rumores,
cae a pedazos, como frágil dueño.
La lealtad fue un dulce espejismo,
una sombra que al final se perdió,
dobladas en la fría herida,
mi amor se desvanece, como el sol se fue.
Corazón Bardo ©