Fer Belek

¿Acaso...

¿Acaso...

Extrañas la curva de mis letras?

¿O el sonido de tu voz contándole al cielo 

la figura que deja tu estela?

¿Desearías tomar mis venas y llenarlas 

de sangrías?

Puedo volverme indecorosa y beberme 

tu punto y coma en todos mis días...

Convirtiendo mi boca expresiva como

una gran ola nadando entre tus manos vacías. 

 

¿Acaso...

Puedes sopesar mis versos dándome rimas?

¿Puedo apretar, apurada y sedienta la tilde

de tus sonrisas?

¿Tocar hambrienta la forma dorada de tus interrogativas?

¿Dejarte beber el agua de mis odas sensitivas,

Volverme poética ante el arte de tus caricias? 

Verte amanecer entre mis brazos,

dónde nacen aquellas estrofas

que nos mecieron cual nana primorosa...

Luego de una noche tormentosa,

¡Que fue la lluvia de pasión entre nuestras 

pieles entrelazadas!

 

¿Acaso...

Me vuelvo niña en tu corazón de amor,

sembrando mis manías?

Y voy cantando a las estrellas alguna baladita

enumerando los lunares de tu piel

que parecen centellas divinas...

Y vienes mirando en mi boca como

nace tu nombre que gimo entre dormida...

Me sostienes dulce después del calor 

que nos alimenta, apasionados,

Cual ambrosía de indecibles anhelos.

 

¿Acaso no te he amado antes de cruzar mi vida

con tus suspiros perdidos e inciertos?

¿Acaso tú, no me has esperado, cada alba 

que te sorprendió entre humo y café, 

mirando anhelante el cielo?

¿Acaso los dos, no somos afortunados 

por tenernos?

En esta vida, en la otra... 

Por todas

nuestras eternidades,

¡Contando milenios!