gaspar jover polo

COMIENZA EL DÍA

COMIENZA EL DÍA

 

Una vez llegados a lo alto

y con los pies bien plantados sobre todo el territorio,

por el horizonte comienza el día

y se observa cada vez mayor extensión

de terreno hasta casi donde no alcanza la vista.

Una ligera elevación es capaz de ofrecer

el panorama, el aire fresco

corriendo por dentro de los pulmones,

y una vez allí instalados, coronando la loma,

las sombras se agrupan

antes de desaparecer camino adelante,

aunque no den la impresión de derrotadas,

sino que solo momentáneamente desaparecen.

Y es fácil equivocarse y pensar:

todo es ya cielo azul y todo es claro,

uno ya se puede descarriar completamente y,

sin necesidad de tener que obedecer,

aflojar del todo y relajarse.

 

 

Gaspar Jover Polo