ROMEGUE

CAMINOS Y ALABANZAS

He caminado largos trayectos,

en la senda de mi vida.

He caído y me he levantado, mil veces,

siempre tu luz, en mi sendero es la guía,

en los momentos inciertos,

en los momentos de olvido,

te alabo, en tus brazos hallo abrigo.

 

No he olvidado tu nombre en la tormenta,

No lo he olvidado,

cuando el mundo era un laberinto sin salida.

Hoy, con tu luz, me encuentro y me maravillo,

como una flor que renace en sus capullos.

Pues entre las piedras que el camino sujeta,

brotan aromas, bajo los pies de un crucifijo.

 

Las nubes lloran, el mar aspira cada gota,

pero juntos retoñan en mi alma extenuada,

y como una túnica que envuelve mi esperanza

con su traje de tierra, abrazan el fondo de mi alma.

Cubren el suelo con caricias que encantan,

apaciguan el dolor, los convierten en risas

nunca tienen final, pero si tienen medidas.

 

Hoy, en mi alma, flores y mareas danzan,

en tus manos confío, mi guía y mi fe,

por los caminos que aún faltan por transitar,

sé que, en cada paso, tu amor me alcanza,

y alabando tu nombre, mi corazón se vuelve a encender,

una luz celestial, fogata en mi sendero, mi amanecer.

En tu abrazo, mi alma encuentra su hogar,

y en tu amor, la fe se vuelve a encender.