Cocinar y cocinar...
hoy me dediqué.
La cocina me invitó
a desparramar creación.
Quien sabe que pasó
para que tamaña azaña
me atrapara desde la mañana.
Dale, dale al batidor...
y el día se pasó.
Tarde ya es
y sin darme cuenta,
que hora es?
Miro por la ventana,
y oscuridad total,
llueve otra vez
y mis penas olvidé.
Gracias a la cocina
compañía de todo el día.