Lucy Quaglia
Nadie me quiere
No hay ninguno que me quiera
ni que me preste su oído,
la gente se queda en casa
mientras yo casi ni escribo,
y los días van pasando
sin querer o por quererlo
en el medio de la vida
buscando si algún amigo
piensa leer estos versos
que de pronto yo le escribo
mientras todos se olvidaron
que en Canadá yo sí existo
y que muriendo me voy
pedacito a pedacito.
Cantos que canto en la noche
cuando casi ni respiro.
Besos que a veces te daba
no los tengo si recito
poemas de enamorada
mientras casi no resisto
la tentación de abrazarte
en el medio del camino.