I
Cuando te escribo,
me lees
y me dejas en visto,
pienso que no me crees.
II
En mi soledad lo lamento,
pues no intento agobiarte,
porque lo que si anhelo
es hablar y amarte.
III
De nuevo te escribo
a ver si respondes,
de pronto escucho tu voz
y me sorprendes.
IV
Dejo sin efecto
mi errado parecer,
por fin conversamos
y te expresé mi querer.
V
Gracias álgido amor
por aceptar mi café,
pronto nos veremos
en un nuevo florecer.