MUJER FUGAZ
07052014
Solo en el pasado estuviste en mi mente,
fugaz y dispersa, buscando olvidar solamente.
Por tu hermosura y dulzura, fuiste mi adicción,
luego te fuiste con el viento, sin dirección.
¿Dónde dejaste esa carita tierna y coquetona?
¿Quién te arrebatará la sonrisa que me ilusiona?
Cada noche ardías como fugaces estrellas,
enamorándote solo para dejarme tus huellas.
A veces me pregunto, ¿qué te dio la vida?
Presurosa y egoísta, ¿qué buscabas querida?
¿Querías adiestrar tu corazón apacible?
o es que quizás lo entregaste a un amor imposible?
Tomaste mi corazón como el viento a la cometa;
así, en un descuido, entraste en mi historieta.
Y nunca supe más de mi hombría y elegancia,
con tus besos envolviste mi fragancia.
Contigo se fueron las noches y días calurosos;
solo dejaste impregnado tu perfume ambicioso.
Aunque en mi cama ya no sienta tu cuerpo implorando,
aún puedo oír tu quejido ardiente, deambulando.
Aunque anheles volver, amor de antaño,
no podría negarme a acariciar tu pelo castaño.
Sin embargo, esa aventura en el ayer ha quedado;
he llenado tu vacío, porque ya te he olvidado.
Estoy por otra vía, otro terreno, otro peldaño;
ya esperé tanto para olvidar y ahogar el desengaño.
Con la locura de amarte, accedí a tu placer infinito,
y aunque con el gozo casual, llené mi apetito.
Mujer fugaz, si el destino te ofrece senderos dorados,
no permitas que tus anhelos se tornen en laberintos.
Cuando halles un verdadero amor,
abrázalo; no busques en sombras el calor.
Porque entonces, en el eco de la traición,
no habrá perdón que calme la herida,
ni súplica que cure el profundo silencio,
solo el vacío de un amor en suspenso.
Corazón Bardo ©